lunes, 29 de octubre de 2012

La Vida de la Vida




Buenos Días señores:
Acabo de salir de una cárcel de máxima, fui condenado a 15 años de prisión, por tentativa de homicidio, porque era el amante de mi esposa. De quien era la culpa??? De mi esposa no, la mujer nunca tiene la culpa, pero señores, he quedado en libertad y no tengo dinero para viajar a ver a mis hijos, les agradezco en lo que me puedan ayudar, sea una moneda pero mucho mas cualquier cosita para comer. Gracias a los que me colaboraron recuerden, siempre controlar sus impulsos, recuerden siempre que la vida es mas importante, no solo de quien a Ud. lo ofenda sino también la suya; si yo hubiera tenido la cabeza mas fría, no le hubiera echo daño al cuerpo de mi primo, tampoco le hubieran hecho daño al mio, a mi rostro, tampoco a mis manos, no hubiera dejado a mis hijos sin papá... Gracias Dios los bendiga"


Esta historia la escuche en la mañana de camino al trabajo, de un hombre que al empezar a hablar causo escalofrío, fue mas por el susto que todos le dimos algunas monedas, todos nos mirábamos, con la garganta atragantada; sentí miedo, quería salir corriendo, pero pese al vestuario el tono amenazante que utilizo este osado mendigo, al bajarse del bus, quise llorar por el y por las historias de vida, nunca elogiamos lo hermoso que la vida nos regala, aun en los peores momentos.
Pocas veces apreciamos nuestras vidas, las vivimos con desdén y desprecio solo porque hubo heridas por alguien a quien adorábamos, tal vez porque el dinero no llego para comprar el mercado o porque nos robaron el dinero del mercado, porque estamos solos o a quien tenemos no nos ama como queremos porque perdimos, porque ganamos, porque el mundo no era como soñamos, porque si o porque no, pero siempre nos quejamos, nos lamentamos, nos enorgullecemos, odiamos o decidimos volvernos duros o injustos, insensibles y nos dañamos o hacemos daño, vemos y oímos diariamente tantos maltratos a la vida y no hemos acostumbrado a ignorarnos.

La llegada de una vida nueva conmueve despedir un ángel no nacido o un recién nacido, toca la entrañas  de la consciencia, ver partir a quien no vio llegar duele en el alma, aceptar que cambiamos a diario, que la vida  da y quita, que lo que hoy conoces  puedes estarlo desconociendo justo dos minutos mas tarde.
Es tan grande el don de la vida, que no asustan las arrugas y las honrosas canas, no es que te tachen de viejo la  razón de huirle al tiempo, es aceptar que el tiempo en nuestras vidas es un gran enemigo, tal como lo dice  Juan Gabriel, el temor es girar y ver atrás, reconocer el dolor que se te convirtió en un gran amor y no poderlo superar, es el espanto que produce aceptar que no pudiste cambiar los retos de tu ser, llamados defectos, el miedo de la vejez, es no haber reconocido el amor recibido con locura y dignidad, es  haber sentido la satisfacción del triunfo sudado desde que concebiste el sueño, es no poder apreciar el paisaje en cada día de viaje desde que abres los ojos, es no haber llorado por alguien a quien no conociste pero cuya suplica de ayuda te  cala en los huesos aunque no entiendas  el idioma en que te lo trasmite el noticiero,  miedo debe causarnos la vida ignorar las historias de vida.

Hoy ves y disfrutas de muchas compañías que se echan de menos, mañana; y cuando mañana sea hoy deseas pedir un minuto, solo un minuto mas  de esas compañías, un minuto para escuchar su voz o pedir un consejo en tu soledad, aun sabiendo que nunca volverá, hoy sabes lo que mañana desconocerás hoy justo hoy es el momento de gloriarse de vida, de sonreir, de llorar, gritar o hablar, hoy es el momento en que la dicha de sentir haber destapado la caja de pandora para  encontrar mil demonios difíciles de volver a guardar, es  compadecerse de todo, es apreciar el milagro de la vida desde que abres los ojos y disfrutas con respeto cada cosa que llega a ti aun sin rogar.

Y tu cuantas veces has llamado a pedir perdones de corazón por viejas ofensas, cuantas veces desempolvaste los sueños para cumplirlos, cuantas veces sentiste amor a primera vista, loco e ilógico, cuantas perdonaste a quien con ligereza rompió tu fortaleza, cuantas te has perdonado haberte equivocado en amar a los que no saben que es amor, cuantas veces miras  atrás y te ves como un ser humano mejor???
Es sencillamente la  gloriosa vida, que la que vives tú, la que vivo yo, la que se comparte aun en la dicha de un lecho somnoliento, en la que espero volver a ver caminar a quien hoy no siente  sus piernas, en la que acepto que mis ángeles protectores ya no me acarician vigilando mi sueño, mientras susurran sus consejos que justo hoy necesito y solo pido los hagan llegar desde el cielo.

Con inmenso Amor a mi papito, a Felipe, a Carlitos y al mendigo que me recordó que mas que el miedo es la sensibilidad lo que le da vida a la vida.
                                                 
Con inmenso Amor a mi papito, a Felipe, a Carlitos y al mendigo que me recordó que mas que el miedo es la sensibilidad lo que le da vida a la vida.




 

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