lunes, 15 de octubre de 2012

Busco un hombre que ame de verdad


Busco un hombre que ame de verdad

Que buscamos las mujeres? Suele ser la pregunta de muchos hombres perdidos y consumados en la desesperación, si tan solo se detuvieran a pensar cual realmente es el sueño de las princesitas que andan por el bosque de la vida anhelando un príncipe azul, armado de valentía y honor, un hombre puro y sincero, en conclusión una utopía de Disney que nos ha dejado perplejas y muchas solteronas ante los esperpentos que se encuentran por la vida.

Alguna vez asistí a un culto cristiano, en donde el pastor del rebaño oraba con tanta pasión para que el Espíritu Santo iluminara a los hombres de su comunidad, a los de la sociedad y a los que vienen creciendo, a fin de recuperar la hombría que se estaba perdiendo, porque tanta mujer soltera?, por que tanta divorciada? eran sus preguntas desesperadas; la hombría a la que llamaba era la pasión para dar la lucha por su amada, una fortaleza para que en nada flaqueara, un hombre que guiara a su compañera por los caminos del bien, un hombre que la protegiera y brindará seguridad sin importar el lugar, la circunstancia, sin rastro de salvedad, un hombre que digno ejemplo de los hijos, siempre pese a las adversidades, un hombre que no generara inequidades generacionales de infidelidad, pobreza, fracaso, un hombre que fuera siempre un buen respaldo.

No dude ni un minuto en comparar ese príncipe bíblico con el príncipe de mis sueños, al mejor estilo Disney, dechado de virtudes, dotado de bellezas físicas, con los bolsillos mínimamente llenos para poder brindar algo de seguridad y porque no con un corazón muy achocolatado que me hiciera vibrar; como diría mi papá: Tronco de desilusión!!!, no he conocido la primera afortunada a parte de Katy Middleton, a quien desde luego no conozco.

El príncipe criollo es diferente, desechamos el hombre musculoso por uno no tan baboso, dejamos los escasos 1.80 cms por los conformes 1.70, aquello de bolsillo medianamente relleno, lo transamos por uno que no sea por un despilfarrador, mas bien que sea un buen ahorrador, aquello de la caballerosidad no lo renunciamos por completo, por el contrario nos encanta que nos corran la silla del comedor, nos habrán la puerta del coche, dos ofrezcan su brazo en cualquier calle capitalina (no solo por cortesía tan bien cuenta la seguridad, por aquello de los tacones y los huecos de las vías), pero lo que no podemos cambiar es al hombre que nos haga sonrojar, ese que sea divertido, un medianamente estricto para hacernos andar y saber cuando debemos callar, ese hombre que no espera a preguntar cual será el motivo de felicidad sino que diario indagada, no solo para descubrir lo que la haga feliz, sino que se esmera por conseguirlo con alguna cantaleta, o el profundo silencio, cuando calla secretos y nunca los reprocha, cuando la alaga aun sin que le cueste un centavo, o cuando teniendo miles siempre sabe que es lo que más le gusta sin un poco de demora.

Un hombre que no espera a que ella caiga en monotonía, para sorprenderla cada día, un hombre que tenga claro que aunque hay miles por la vida, solo una es la que quiere para compartir el resto de su vida y no necesite más que su sincero amor para reconocerlo y decirlo sin temor, ese hombre feliz y erguido que no cambia la compañía y el placer de ser merecido por la mujer que lo acompaña, que le brinda sacrificio a cambio de una buena charla.

Un hombre sin confusiones de masculinidad, un hombre que solo hable verdad aunque sean difíciles de superar, un hombre que jamás te de motivos para dudar, porque nunca permite atribuciones, ni pequeñas insinuaciones que puedan empañar un sencilla amistad o una cordialidad. Hombres honestos que valoren la recompensa de la fidelidad, hombres que nunca abren la boca más que para prometer aquello que pueden cumplir hasta hacerlo realidad.

Eso buscamos las mujeres divertidos bufones, expertos conversadores, que siempre salen a respaldar sin temer a que sean de alguna u otra forma explotados porque saben que siendo solo novios siempre buscan la felicidad de quienes amar para toda la eternidad.

No hay mujer que no muera por este sueño hecho realidad puede que no tenga quince, veintitrés tal vez un poco más, pero a la edad que sea confirmo, que ese tipo hombres siempre nos hace cambiar, por ello he tenido que aceptar a muchas de mis conocidas dejar la rumba de lado a cambio de estar en pijama con el hombre que las ama, he visto una que otra descarada mandar al garete su desorganizada vida, por una vida planeada y felices de saber que es la seriedad, he visto cambiar muchos roperos provocativos y sexy por atavíos grotescos, he visto como se alejan de sus familiares y amigos dejándolos con cada delicia que cada uno pueda ofrecer, solo por el manjar de compartir noche y día las luchas y misiones que se forjan dos cuando realmente son uno.

Si por casualidad nada de esto se halla en el presente, es mejor renunciar a lo que nos talla y continuar brindando la oportunidad para que por fin llegue el guerrero que jamás dará el brazo a torcer que aun por encima de todo lo que le signifique importancia te pondrá en la cima, sin perder de vista que eres una mujer, como aquella manzanita que esta en la parte de arriba, esa que para alcanzarla amerita esforzarse, no aquella que cayó al suelo y que cualquiera patea. Si por casualidad ninguno de los tontos que llegaron a tu vida supieron que brindar, es mejor engrosar las filas de aquellas felices mujeres que no se dejaron atormentar por hombres que salen corriendo a las faldas de mamá, o que patean tus ofrendas de amor y pasión de verdad por irse detrás de otra (s) que solo tienen que dar mentiras, falsos aprecios y algo de intimidad, o aquellos que nunca tienen claro que es lo que quieren en la vida y son incapaces de darte la oportunidad de demostrarles que tu también puedes cambiar solo por estar a su lado brindado felicidad aunque de vez en cuando le ofrezca un poco de tormento, lagrimas y soledad para que te puedan apreciar, sin importar la edad….. Buscamos hombres  de  verdad que aunque nos hagan llorar, sea de felicidad, un hombre que me  ame de verdad y acepte mi realidad.

A mi hermana, a mis amigas solteras, divorciadas que merecen un hombre que las ame de verdad, como a cualquier mujer …….igual que yo!!!!

 

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