domingo, 2 de septiembre de 2012

Cuando brindas con un mojito das una oportunidad

A la hora de beberse un trago, cada cual tiene su preferido y todo depende de ese primer momento, fugaz y definitivo, en que por primera vez, el elixir llamado de mil maneras y camuflado con mil colores, arriba al paladar, de cómo se ancle el barco, dependerá el arribo al siguiente embarque.
 
No soy una experta en tema,tampoco los he catado todos, pero cada uno ha dejado en la bitácora de mimemoria mental y su registro auténtico. Me resulta interesante, probar aquellos tradicionales y clásicos licores que nos permitenen cariñarnos con un solo sorbo, que al tocar la boca haga que la lengua cual fiel secretaria, levante una acta irrefutable de recuerdos de aquella impresión, para que la repita cada vez en que se retornen aquellos furtivos encuentros entre aquel licor y tu boca. En esta ocasión solo me referiré a algunas de mis bebidas clásicas y un coctel específico, llamado mojito, que me hizo arrancaraquel registro de la primera vez frente al mojito con el que brinde el penúltimo viernes de agosto de este año.
 
Mi bitácora registra el recuerdo del wiski así; aquel anhelo a veces semanal, a veces ocasional que seducía mi olfato mientras mi abuelo, calibraba cada milímetro que caía en su copa para ahogar las penas al compás de un viejo bolero o de un romántico tango no menos viejo.
 
Ese olor penetrante que hacia que mi infantil cuerpo se estremeciera mientras mi picara mano se deslizaba para secuestrar la tapa de aquella botella de Chivas y de manera sigilosa lograr humedecer el dedo índice, para sentir ese enérgico estallidode calor en mi boca y permitirle al revoltoso olor que recorriera mi cuerpo parasalir campante por la nariz y mi boca. Ese néctar añejo, ese amarillito como le decía mi viejo, ese trago que sientes que quema y se expande, causante deaquella primera borrachera, siempre me acoge y me llena sin importar donde y con quien este aun lugar de paz paternal.
 
Hablar del aguardiente es como contar la rutina que hace a diario la gente, arde como las mentiras descubiertas y por momentos sientes que el estomago esta de visita en la garganta, pero luego pasa y el efecto llega como una migraña, silenciosa y mareante, puedo jurar que arde tanto que a veces me dan ganas de llorar y elsabor es un martilleo que no deja de incomodar. El aguardiente es como ese típico amor que se veía llamativo, pero desde el primer momento no deja de dañarte el rato,lo quieres pero hace daño, no solo tenerlo, también padecerlo y dejarlo es una resaca que te deshidrata, un dolor de cabeza que juras que nunca mas vas atener, pero que con seguridad a algunos les atrae mas. Es leer el registro lleno de tachones con algo de nostalgia y con unas enormes ganas de eliminar la página.
 
En páginas posteriores y aun saltándonos algunos licores realmente exóticos, recuerdo la sección de los vinos , del color que sean , el malbec, verdejo, carménère,el merlot o el siempre autentico chardonnay traerán recuerdos románticos y familiares acompañado del sabor de algunos fuertes quesos europeos, ítem necesario que mi padre vio necesario para que mi hermana y yo supiéramos diferenciar entre un queso fresco y uno maduro, entre uqueso campesino y un gauda, para que supiéramos comportarnos en la mesa y supiéramos escoger la conversación y la cara apropiada en cualquier evento social ofamiliar. Reconozco que logro lo primero con ambas, respecto a lo segundo, aunpadece mis gestos faciales nada recatados.
 
En otro acápite del registro de mi paladar recuerdo el Jägermeister, pero este resulto ser tan especial como el wiski, que terminó por ser nombrado el trago oficial del aquelarre de mis amigas FDS (Fracasadas, Divorciadas y Solteronas), ya que es exactamente así: se escribe y pronuncia de tal manera que te hace sentir un fracaso en cualquier lengua, luego del primer trago te arrepientes(como cuando estas casado y te diste cuenta que metiste las de caminar) pero al segundo te divorcias y lo encuentras fuerte pero dulce y finalmente con el tercero terminas convirtiéndote en el soltero desvergonzado y descarado y están especial que para el mejor reservare otro blog.
 
En cambio la ginebra es el episodio del trayecto que no quisieras ni recordar, ese hecho que te mantiene la boca cerrada pero que no puedes negar, puede que este perfectamente narrada y escrita, puede que no haya nada que corregirle,pero al final mas que llenarte prefieres obviar y no se si es porque siempre me recordará a mi primer marido, bien porque sea tu trago favorito, o porque es un mundo incompresible para mi , que marca la diferencia entre lo común y lo exclusivo, que puede no tener mucho misterio, siempre fuerte y algo insípida y requiere estar acompañada, tan indescriptible como fastidiosa , como la soledad de mis pensamientos que la registraron con algo de angustia y farzas sonrisas.
 
Entonces, aparecen los Martini, fuertes igual que el color verde militar de la aceituna,tradicional compañerita (lo único realmente delicioso de esta bebida), pero que gracias a las nuevas tendencias de fusión hoy puedes entregarle tu curva de glicemia al de chocolate, con dos se tiene para endulzar cualquier buen momento con tu mejor amiga; el de lychee para un momento de serenidad acompañado de un buen conversador, en fin, sabores hay muchos pero no son de mucha  si de buena compañía y temario.
 
Aquí entonces viene mi última página; la del mojito. El mojito para mi fue un enigma hasta que conocí una cubana en España, era mas la curiosidad de su emoción lo que me llevo a probarlo y no recuerdo nada mas de aquella primera impresión. Tiempo después probé el Martini mojito que me causo una terrible resaca de casitres día, uno por Martini consumido. Luego conocí a un experto en mojitos, quien no ha corrido con suerte, por no contar por lo menos en mi casa , con los ingredientes propicios para un mojito que confirme su destreza en este arte.
 
Tomarse un mojito para algunos puede ser lo exótico, para otros refrescante, para otros casi revolucionario y nostálgico en igualdad de condiciones a la historia de esta bebida cubana que reitera que el poder siempre manda aunque mande mal y que para todo siempre habrá una doble moral.
 
El mojito, recuerdo haberlo pedido porque tenía sed y quería algo suave, porque fue la sugerencia de aquel día, pero con memorando aquella tarde fría de ventisca, lo pedí porque llevaba una asociación de un tamaño pequeño y nada mejor para disfrutar de dos horas casi tres, antes de ir al teatro, de una excelente y cariñosa compañía y una charla algo espinosa.
 
Jamás olvidaré el amargo sabor del primer trago, tanto así que me costo pasarlo, fue tanta su amargura que recordé que en la vida hay tragos amargos en sentido figurado, recordé que hace algún tiempo tuve que vivir el ultimo, pese a que no quería al final tuve que aceptar su amargura, terminar de consumirlo y olvidarme por completo del repudio que me llevaba recordarlo. Por momentos asimile que los recuerdos de un mal pasado o de un trago amargo, dejan el registro enla memoria y alteran tu comportamiento siempre estando prevenidos.
 
Tres tragos mas tarde aquel mojito, tenia algo mas de dulce, pese a que lo amargo aun persistía y no puede evitar observar que aun la conversación que inicio algo áspera, también venia suavizando mi alma y mi corazón acostumbrados a andar siempre prevenidos.
 
Parael quinto sorbo ya no la volví a sentir, por mas que la busque en mi paladar y tome tres veces mas, la amargura de aquel viejo mojito no la volví a ubicar y no dejaba de pensar que era fantástico el sabor de la yerbabuena, sentí realmenteque es un trago dulce y mientras el cielo de mi corazón, se descubría en su tácticas de tablero de ajedrez, yo deje de sentir frio, deje de sentir el amargorecuerdo y me encontré con la resurrección hecha coctel, aquel dulce mojito. Entendí que al tomar un trago amargo, la hiel te queda siempre, hasta que nuevamente llega una nueva oportunidad, un nuevo mojito, para reivindicar el verdadero sabor de la vida, del amor o de un sencillo mojito.
 
Descubrí que el mojito es como aquellos amores que no admiten primera vista, de esos amores que requieres del sublime perdón, de una muerte dejada en el gusto ,solo para renacer, para brindar una segunda oportunidad o tantas más que siempre te haga beber un sorbo más y disfrutar tanto del mojito como de tu vida.
 
Ese día descubrí cuan prevenida estaba, si alguien te trata mal muchas terminas por acostumbrarte a ello solo decides aceptarlo y no hacer nada, otras decides huir y no permites reivindicaciones, tampoco oportunidades que rompan esa atadura, pero cuando decides hacerlo conviertes mágicamente la hiel en miel y así continuas viviendo. No es fácil volver a confiar, no es fácil volverte a entregar, no es fácil amar sin medida, no es fácil volver a sentar y pedir un nuevo mojito que te permita avanzar, como bien lo decía renglones  arriba, de la manera en que atraca el barco así será su arranque la siguiente vez que eleve  anchas, mientras tanto volví a amar el mojitoy a diario intento ignorar el sabor amargo de aquel primero que pudo haberme dejado paranoica y algo enloquecida, solo que el mojito será la bebida de las oportunidades en mi vida, para borrar los recuerdos amargos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario