martes, 10 de septiembre de 2013

EL PRINCIPE ENCANTADOR ES UN ESPANTADOR

EL PRINCIPE  ENCANTADOR ES UN  ESPANTADOR

En la ruleta  de la  vida  social, por mas  buena  intención que se tenga  de no  atarse  a nadie nunca  falta la  bella  tentación que  se  disfraza  de  príncipe  encantador y como  bien lo  ha dicho Pilar  Sordo, es  tan fácil para  las mujeres  dar  rienda  suelta  al imaginario que  nos  hace  ver  aun resplandeciente  hombre, siempre  bien vestido un  dios  de la  combinación de los colores  y  la  elegancia,  a veces al  romper  el hielo, se  rompe  con él  al  príncipe espantador.

No  sé qué ocurre  hoy  con los hombres que  pese  a los  años  han quedado atrapados en el tiempo de la  adolescencia y viven  en pro  de los  videojuegos, el  futbol, el  esnobismo y con los primeros quince  minutos  de  conversación nos  dejan sin palabras,  por más  10.000 palabras diarias  que tengamos que decir  las  mujeres casi que imaginariamente  por más  que  te  encuentres  en un restaurante o  en un café te  sientes  transportada  al  salón de parvulitos.

Algunos  son mucho más  sagaces, son directos y sencillamente  te plantean el juego del papá y la mamá  sin más que  el compromiso  de  guardar silencio y aunque  tú no  te  expliques del  por qué  si  sabes  que  a él nada lo  ata legalmente, ni  se le  ha  vislumbrado novia, terminas  por aceptar  que también eres  presa  del instinto y  aceptas sin nada  que reprochar, esperando  que al menos  se  le  zafe una  palabra que  te haga  recordar tu  valía para  alguien más o una  simple  caricia que te  inunde de  ganas de no olvidar, pero al final de la noche crees  que  solo  te  falto cobrarle  el servicio porque ni un sueñito  te permitió tomar, como  dirían en España “ala a lo que vinimos que  corre prisa y na mas”.  Esos  encantadores  solo  merecen la  guillotina  de la indiferencia y nunca  más  prestarles  atención.

Otro  tipo  de  encantador es aquel  que  sabe  que no puede darse la  canita  al aire,  pero  conservan la  constancia porque la  esperanza  es lo último  que  se pierde y con seguridad  en algún  momento te hará  caer, eso  si  no cae  el  primero  de  la  ebriedad o lo llama  la “oficial” lo que hará  que  salgas  corriendo.

Habrá  el  encantador que  te  seduzca y te enamore pero  al  final se  desboble con su vida  paralela  meticulosamente organizada y planeada que al final  no sabes  si agradecerle por el detalle de mentirte con tanto  esfuerzo  como  el de un espia de la  KGB.

Al  final   te  darás  cuenta cualquier  príncipe  encantador es  solo producto  de  tu  imaginación, pero  por lo  general  son  los que  muestran signos  de precoces aduladores, esos  que tienen ligerita la  lengua para  decir  te amos, con la  astucia  de un buen actor  pueden llegar  a llorarte jurando  amor eterno, solo ten en cuenta que  la eternidad para  ellos  dura mientras llega  su  siguiente  víctima, son esos dan muestras  de  estar a tu lado por momentos con una  pheudo solidaridad,   los que  te  regalan rosas comparadas  en el  semáforo y olvidan  tu cumpleaños, los que te critican  sin  misericordia y basados en  tres salidas  y algo que torpemente  le  contaste.

Esos  encantadores muchachitos  con cuerpo  de hombres  que practican  sus cursos  de lectura  rápida para leer el chat de dos o más incacutas, o los  que  te  mantienen con el titulo de novia  eterna  mientras  tu  tontamente le ofreces se  la esposa  por simple  vía de hecho,  esos  encantadores  principitos que  te llenan  de zalamerías con palabras  como  mi  vida, mi  reina,  mi princesita, baby, mi  vida, preciosa, solo  con un par  de veces que  ate  has  cruzado en el  camino, justo  a  esos húyeles!.

Si  un  hombre no  te  ofrece tema  de conversación y  su boca  parece  más  una  caja  fuerte  que  te genera  miles  de historias  que le  inventas  para justificarlo, recuerda que tu imaginario te  engaña y con seguridad te  vas  a estrellar del aburrimiento, de la  desilusión o  sencillamente de la  decepción. Abre bien el ojo,  que el  hombre  que a quien tú le interesas no habla mucho pero hace  un montón  por  ti y no  solo hablo de los  detalles  de  chocolates, regalos,  serenata y  flores porque esas  herramientas  también las  usan  algunos encantadores, es  aquel  que  piensa  en ti  y  se  esfuerza  por ser parte  de tu vida, brindándote  soluciones, escuchándote, aceptándote más  aún  si estas  recién  levantada, es quien  puede  ver  en tu cuerpo una  cicatriz y jamás  dirá  cosas inapropiadas,  es aquel  que dice que  te llama y sencillamente  tiene palabra pero ojo con  caer en manos del  encantador sincero ese  que siempre  te  dijo a qué atenerte y al que no le  podrás reclamar jamás porque todo te lo dijo y te lo advirtió.

Cualquiera puede  ser un  encantador  solo que  todo  depende  tu vulnerabilidad emocional por eso  si decides dejarte atrapar  por las redes  del encantador cuídate no enamorarte, cuídate de no ilusionarte, cuídate de dejarte manipular,  solo tú puedes  decir a quien  le das importancia  en tu vida para  que el  encantador no  se  vuelva  el espantador. 

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